El diseñador italiano afincado en Londres Matteo Molinari, no es un diseñador al uso. Su background nada tiene que ver con el mundo de la confección textil – se formó en comunicación y también estudió filosofía – pero tras probar suerte en el diseño de bolsos, decidió trasladarse al Reino Unido y centrarse en la confección masculina.
De momento, parece que las cosas les están yendo bastante bien, y es que con ésta su segunda colección con las propuestas de primavera-verano 2013, al parecer, se ha metido en el bolsillos a muchos peces gordos de las prensa especializada. Vamos que sus colecciones han caído en gracia, y es que, a la vista está, el italiano tiene, aparte de buen gusto, un sentido de la estética masculina particular y con mucha personalidad. Que su su moda no es para todos, eso también está claro.
Siluetas limpias de esencia minimal
Conjuntos muy depurados, limpios y en principio bastante sobrios. Ésta es la tónica general de una colección que se gusta principalmente de las prendas de vestir de sartorial. Trajes de silueta ajustada con detalles troquelados en las solapas de la americanas, combinados con camisas lisas, en los otufits más discretos…
… se intercalan con looks mucho más trendy que combinan pantalones de tiro alto con perneras de generoso corte (muy exageradas), a conjunto con partes de arriba de punto de algodón, piezas gruesas pero al mismo tiempo livianas gracias a la trama calada de las mismas.
Y es que precisamente el punto, es otro de los elementos clave de este desfile – aparte de las citadas piezas de tailoring, que conjugan el groso de la colección – . Voluminosos jerséis de cuellos barco, suéteres de manga tres cuartos, un vistoso conjunto de rebeca con corbata a juego (lo que bien podría ser el nuevo twin-set), o un jersey oversize con cuello chimenea, por nombrar algunas de estas prendas al punto.
La parte más boho-chic está compuesta por estilismos de cierto aire oriental, en los que largas camisolas de cuello mao – confeccionadas en un tejido de mezcla de algodón y lino – se combinan con pantalones de pernera ultra ancha a juego en el mismo material.
Colores plano y acentos en tonos rojizos
En cuanto a la paleta cromática, el modisto se decanta por tonos planos y muy neutrales. El binomio blanco y negro, el crudo, el tostado, el beige. A lo que se suman los acentos intensos en colores como el burdeos, el berenjena o el rojo frambuesa.
La guinda; pocos complementes pero muy bien elegidos
El toque final de estilo lo ponen los pocos accesorios que utiliza, eso sí, muy bien elegidos. Así, por ejemplo, destacan los sombreros de fieltro de ala ancha que enfatizan el aire bohemio. Las gafas de sol con cadenas trenzadas, o las pajaritas de terciopelo en para los looks de noche con la dinner jacket como prenda clave.
En definitiva, una colección conceptual que no imposible, con algunos total looks muy ponibles e inspiradores (los de traje), y otros más complicados (lo de aire oriental) que si bien, se podrían adaptar para llevar en la calle. Desde luego, para ser la segunda colección completa Matteo Molinari no está nada mal. Seguiremos la pista a esta joven promesa del diseño masculino que, por descontado, ya apunta maneras y muy buenas.
Sitio Oficial | Matteo Molinari
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