La piel del hombre necesita una mascarilla purificante a lo largo de todo el año. Pero con el calor del verano, la piel suda más y se ensucia con el exceso de sebo que flota en la superficie externa de la piel. Tengo la piel mixta (zona T) y la zona de la frente muy desvitalizada. Para darle un empujón de limpieza profunda, he estado aplicando capas gruesas de Mascarilla Purificante Intensa de Le Premium Skin.
Os hemos hablado de la marca de distribución exclusiva en Perfumerías If, más concretamente fue mi compañero Sergio quien os habló de la emulsión matificante. Ambos productos son perfectos para una piel masculina típica.
Qué hace la mascarilla purificante
Para los iniciados en los cuidados cosméticos, a las mascarillas purificantes se les llama de limpieza. Limpian la piel en profundidad absorbiendo grasa, impurezas y toxinas que terminan por formar una capa impermeable nada adecuada para la oxigenación del rostro.
Esta mascarilla la encontrarás en el catálogo de cuidados básicos. Los ingredientes principales que contiene la fórmula son:
- Arcilla blanca: llamada también caolín, tiene un gran poder de absorción de impurezas. Esta propiedad es la que matifica la piel mixta y grasa, eliminando los brillos.
- Jalea real en polvo: un ingrediente rico en vitamina B5, reduce el tamaño del poro.
Se trata de un producto a aplicar 1-2 veces a la semana, según el estado de la piel. Como limpiador de mantenimiento, una sola vez a la semana es suficiente. El tubo contiene 50 ml. y cuesta 42,15 euros. Lo encuentro un poco pequeño por el precio que tiene.
No contiene parabenos, fenoxietanol, siliconas ni alcohol etanol, tampoco colorantes químicos y el perfume está formulado sin alergenos. Los hombres con piel mixta/grasa y sensible pueden encontrar el confort ideal en esta fórmula elaborada en laboratorios suizos.
Mis resultados
Nunca apliquéis una mascarilla purificante sin un exfoliante facial previo. No solamente hay que retirar las células muertas que se han ido acumulando, para que la mascarilla sea efectiva la piel debe estar limpia.
Lo digo porque alguna vez me han comentado que, ya que la mascarilla absorbe grasa y suciedad, ¿por qué limpiar con gel limpiador y exfoliante? Esto no va así. Si el poder de absorción se gasta en la suciedad superficial, ¿cómo va a llegar al poro, a retirar el grosor de impurezas? Que no, que no hay que escatimar en gestos de limpieza. Hay que hacerlo bien.
Me aplico una capa gruesa después del exfoliante y el tónico. Tengo la precaución de aplicar más en la frente, nariz y mentón, las zonas rebeldes del rostro en cuanto a exceso de sebo. En realidad, la frente no la tengo grasa pero sí envejecida por una gran mancha solar. En esa zona se aculuman toxinas, la propiedad detoxificante de la mascarilla le sienta bien.
Cuando la aplicas, como todas las mascarillas purificantes, no sientes frescor en la piel. No son productos que den confort hasta que lo retiras con una esponja húmeda tras esperar los 10 minutos de aplicación. Entonces sientes la piel limpia, matificada y liberada de la incómoda sensación de grasa y brillos.
Aun así, esperaba sentir mayor comodidad, mayor sensación de limpieza. Cuando la apliqué la semana siguiente, la sensación y el resultado fue mejor, admito que en este momento veo que tengo la piel estancada, necesito con urgencia una limpieza de cutis. Aun así, en mi opinión lo que falla en la relación calidad/precio es el precio.
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Más información | Le Premium Skin
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