En torno a algo tan importante para poner el cuerpo en forma como es la dieta, giran muchos mitos que hoy nos toca tratar para que no sesguen nuestras decisiones erróneamente y así, impacten en la salud del organismo. Hoy derribamos falsos mitos alimentarios.
El pan y la pasta engordan
Al momento de cuidar la línea y sobre todo cuando buscamos adelgazar, este es un mito muy frecuente que nos lleva a tomar decisiones equivocadas acerca de qué comer, pues si nos dicen que el pan y la pasta engordan, los eliminaremos de nuestra dieta buscando perder peso.
No obstante, no es buena idea eliminar los hidratos para adelgazar, y el pan casi no tiene grasas, no aporta muchas calorías por porción pero nos ofrece buenos nutrientes y da saciedad al consumirlo.
Algo semejante sucede con las pastas, que si bien debemos consumirlas con moderación si estamos buscando perder peso, no es buena idea erradicarlas de la dieta, pues para adelgazar felizmente lo mejor es consumir algo de hidratos de carbono que nos mantienen calmos y con buen estado de ánimo.
Para perder peso, no debemos eliminar ni el pan ni las pastas, sino consumir con moderación estos y todos los productos de nuestra dieta, centrándonos sobre todo en la cantidad de grasas de la misma.
Mejor carnes blancas que rojas
Esta es una creencia muy arraigada que sin duda afecta las decisiones que tomamos a diario respecto a la dieta, sin embargo, se trata de un falso mito que generaliza al hablar de las carnes, pues no todas las carnes blancas son buenas ni las carnes rojas son malas en su totalidad.
Si buscamos cuidar la dieta será más nocivo para la misma consumir un ala de pollo con piel que un filete de ternera magro, pues depende mucho del corte o de la presa utilizada de la carne para elaborar nuestros platos.
Además, no es lo mismo pollo que pescado al hablar de carnes blancas, sino que el pescado tiene grasas de mejor calidad y poco colesterol respecto al pollo. Pero también, debemos reconocer que dentro de la carne de pollo encontramos presas muy grasas y calóricas como el muslo o el ala, mientras que la pechuga es una porción magra que consumida sin piel es apta para una dieta sana.
Igual sucede con las carnes rojas, el cerdo puede tener mejores grasas pero encontramos partes muy grasas como sus costillas y partes más magras como el solomillo. Respecto a la carne de ternera, si escogemos cortes magros éstos dan saciedad y ofrecen buenos micronutrientes como el hierro sin elevar notablemente las calorías de la dieta.
El agua y la fruta: lejos de las comidas
Otro de los falsos mitos acerca de la dieta es aquel que dice que el agua junto a la comida y la fruta como postre engorda.
Nada más lejos de la realidad, pues el agua es sólo líquidos y no aporta calorías, además, da saciedad al distender el estómago y por el contrario, nos ayuda a comer la cantidad justa.
Y la fruta, posee igual calorías antes, durante o después de las comidas, posterior a la comida, a modo de postre puede ser el reemplazo perfecto de un dulce calórico, por lo tanto, no podemos decir que la fruta engorda si se consume tras la comida.
Todos estos mitos pueden afectar nuestra alimentación diaria, empujándonos a tomar decisiones equivocadas respecto a la dieta que no beneficiarán la salud. Por eso, derribamos falsos mitos alimentarios y proponemos ampliar la información respecto a los alimentos para después adoptar mejores elecciones.
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